El feedback
El feedback es un proceso de comunicación mediante el cual un empleado recibe una valoración y análisis de sus:
- Habilidades.
- Virtudes.
- Actitudes.
- Puntos de mejora.
Según diversos análisis internacionales, el feedback es uno de los aspectos que más valoran los empleados.
El 65 % de los trabajadores afirman que les gustaría recibir feedback más a menudo.
Si consigues ejecutarlo bien, podrás impulsar el desarrollo profesional de tus trabajadores y su motivación.
De esta forma, podrás aumentar la eficiencia y productividad en tu empresa, por otro lado, ofrecerle a tus trabajadores retroalimentaciones es vital para qué fluya el trabajo en equipo.
Como ves, la retroalimentación o el feedback, resulta útil para muchos ámbitos de la vida, tanto a nivel profesional como personal.
El motivo es que te permite identificar aquello que estás haciendo bien pero que no funciona de manera correcta para que puedas llevar a cabo acciones correctivas y mejorar.
Pero, dar feedback, no es tan fácil como parece, debido a que muchas veces se puede percibir como críticas demasiado personales o negativas y, pueden llegar a desanimar en vez de motivar.
Por este motivo, hoy, te explicaré el mejor modo para que lleves a cabo una buena retroalimentación así como su importancia en el trabajo.
Indice
¿Para qué sirve el feedback?
El secreto del poder de la retroalimentación o feedback es que permite orientar, aprovechar y reconocer el cambio, de modo que sea para tu beneficio.
Un buen feedback ayuda a las personas a poder entender lo que hicieron bien pero que pueden mejorar.
Por ello, es fundamental para mejorar tanto en el desempeño de equipo como en el individual.
A grandes rasgos, los motivos del porqué es importante el feedback, son los siguientes:
- Citar comportamientos y actitudes que pueden mejorarse.
- Recoger opiniones sobre el nivel de desempeño.
- Reconocer el compromiso y el esfuerzo que se ha depositado en un proyecto.
- Encontrar medidas para alcanzar los resultados.
- Mantener buenas relaciones y resolver conflictos laborales.
- Saber lo que otros nos valoran o piensan de nosotros.
Debes saber que existen distintas maneras de aportar esta información, en concreto una buena retroalimentación o feedback, puede tener dos categorías:
- Positivo: Se refiere a todas aquellas aportaciones que están dirigidas a conseguir mejorar poniendo en valor los logros conseguidos.
Está puesta en valor puede ser a través de apreciaciones, elogios o reconocimientos.
- Negativo: Hace mención a la información correctiva de todo que tiene como objetivo reorientar cosas hechas de manera incompleta, equivocada o con errores.
En ambos modelos, saber proporcionar una buena retroalimentación fundamental para ejercer un buen liderazgo.
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¿Qué es el feedback positivo?
El feedback se basa en una estrategia de crítica constructiva que tiene como objetivo hacer evidente los éxitos y desaciertos de una persona al ejecutar una labor específica.
Estás retroalimentaciones siempre deben ir acompañadas de una coherente evaluación que esté bien argumentada y centrada en el crecimiento de las personas.
El feedback no puede tener como base un juicio subjetivo, sino que debe ser lo más objetivo posible y estar basado en el cumplimiento de las expectativas o metas preestablecidas.
El principal objetivo del feedback es poder identificar las áreas de oportunidad y las mejores habilidades.
Pero esta evaluación, no la puedes llevar a cabo de manera personal.
El motivo es que tus propias percepciones te pueden “nublar” el juicio y llevarte a asumir qué has hecho las cosas mal, o bien, cuando en realidad no es así.
Por otro lado, la retroalimentación es necesaria para que puedas adaptar a tus trabajadores a las exigencias que demanda su puesto de trabajo.
Al definir objetivos, expectativas o metas y medirlas de manera cualitativa y cuantitativa, podrás saber si estás cumpliendo con lo esperado.
También te brinda la oportunidad de comprobar si te hace falta prestar mayor atención a algunos aspectos que estás pasando por alto.
Recuerda que el feedback sólo debe tener como objetivo ayudar al perfeccionamiento y desarrollo de tus hábitos laborales.
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¿Para qué no sirve el feedback?
Brindarle comentarios a tus clientes y/o empleados sobre su buen trabajo eficaz para aportar mejoras y mantener alto su compromiso.
Cuando se da una retroalimentación, se hace con el objetivo de brindarle a alguien ayuda en su crecimiento, perfeccionar sus resultados o evitarle inconvenientes.
Pero, no siempre sucede así.
Suele ocurrir que lo que pretendías que fuese una charla profesional, termine desembocando en discusiones y malentendidos.
Para que evites dar feedback erróneos, hoy quiero decirte todo aquello para lo que no sirve el feedback:
Un feedback negativo no puede servir para ofender o criticar
Una cosa es decirle a tu colaborador que ha hecho algo mal durante la reunión.
Por ejemplo, una cosa es no llevar la presentación actualizada y, otra cosa es tratarlo de incompetente u holgazán.
Este tipo de afirmaciones atacan al otro de forma directa y de forma inevitable lo pondrá a la defensiva.
Además, no aporta nada en absoluto, ya que solo estás emitiendo un juicio sobre cómo es la persona y no, sobre sus comportamientos o resultados.
Es el error más común que se tiene a la hora de dar un feedback.
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El feedback no es algo espontáneo
Improvisar un feedback solo te hará dar una imagen poco profesional y, además, harás creer a la otra persona que no le prestas demasiada importancia a este tipo de charlas.
El feedback no sirve para poner en orden tu equipo de trabajo sin previo aviso en un momento en el que pienses que tu negocio necesita un cambio.
Tus colaboradores deben de estar al tanto y saber que tendrán una reunión y qué temas se hablarán en ella.
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El feedback no sirve para hacer cumplidos
El feedback no sirve para salir del paso con generalidades del tipo “no cumpliste, pero lo harás mejor en el futuro” o “lo has hecho estupendamente”.
Debes dar feedback concretos y ejemplos recientes de aquellos aspectos que esperas que se mejoren.
De otro modo, el mensaje que estás dando no será claro y la otra persona se quedará sin saber qué es lo que debe cambiar.
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Un feedback no sirve para hacer una crítica
No puedes aprovechar un feedback para hacer críticas aunque sean constructivas.
Existen muchos estudios que recomiendan avisar a la otra persona antes de darle una retroalimentación.
También recomiendan buscar el mejor momento para qué la otra persona pueda prepararse emocionalmente.
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Un feedback no sirve para hacer acusaciones
Una retroalimentación no sirve para poner comentarios en bocas de otros o acusar de lo que otros dijeron en tus sesiones de feedback.
Estos tipos de feedback, además de no ser eficaces, exponen a tu equipo de trabajo a conflictos entre ellos.
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Un feedback no sirve para hacer chistes o parecer más simpático
Un feedback no sirve para parecer más simpático delante de los demás, sobre todo cuando debes hacer una crítica constructiva.
De esta manera, solo conseguirás que no quede claro el mensaje además de poder generar malos entendidos.
Aprende a usar los feedback de manera correcta y verás como pronto llegan las mejoras.
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¿Cómo has de estar cuando recibes feedback?
La retroalimentación positiva se trata de un regalo que te ayuda a crecer, pero, ¿ sabes recibirlo de forma eficaz?
Para recibir un feedback de forma efectiva, el ego debe estar bajo control y para conseguirlo y no ponerte a la defensiva, te daré estos 4 consejos:
Recibir un feedback no tiene que cambiar tu comportamiento
Recibir una retroalimentación positiva es información que te brindan para mejorar tu autoconocimiento.
Una vez recibida, eres tú quién después decidirás qué hacer con ella.
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Tomar el feedback como un regalo
Debes valorar de manera positiva el hecho de que la persona que te da el feedback ha tomado parte de su tiempo para prepararlo.
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Pon en marcha tú escucha activa
Lo ideal, es que escuches a la persona que te brinda el feedback con atención completa, sin pensar que contestaras a continuación o como justificar tu comportamiento.
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Saber contestar con un simple “Gracias”
Debes aprender a contestar los feedback recibido con un simple gracias, sin entrar en el terreno de las justificaciones.
Si te resulta incómodo contestar con una sola palabra, puedes agregar alguna frase tipo: voy a pensar en lo que me ha dicho, voy a corregir esa situación, intentaré que no vuelva a ocurrir…
Esto es muy importante, ya que a la persona que te está dando el feedback, no le interesa una justificación, sino ver el impacto que causó tu comportamiento.
Y tú, ¿cómo recibes los feedback?
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Las reglas del feedback
Si quieres mejorar a la hora de dar tus feedback, te recomiendo que conozcas estas reglas sobre él:
Elegir el espacio adecuado
No debes dejar pasar mucho tiempo desde que ocurrió el hecho sobre el cual quieres hablar y, trata de tener privacidad en el lugar en el que se lleve a cabo la reunión.
La conversación siempre debe ser honesta y, cara a cara, dedicándole a esta persona, un paréntesis dedicado únicamente a él, donde tenga su propio espacio.
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Opinar sobre el hecho o la idea concreta, nunca sobre la persona
Jamás debes hacer juicios categóricos, ya que calificar a alguien le puede resultar incómodo, debido a que le deja resignado a su suerte.
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No mezclar reconocimiento con necesidad de mejora
Debes saber que el reconocimiento lleva a la persona a repetir aquellas conductas o actuaciones por las que han sido reconocidas.
Es muy común mezclar un feedback de refuerzo con otro negativo.
Por ejemplo, has alcanzado unas ventas magníficas, pero se te han descontrolado nos gastos comerciales.
Cuando esto ocurre, el feedback negativo eclipsa por completo los puntos positivos y, al final, es el que termina prevaleciendo.
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Ser constructivos
El feedback debe tener dos tipos de consecuencias en la persona que lo recibe:
- Refuerzo positivo.
- Voluntad de mejora y aprendizaje.
Por ello es tan importante la manera de darlo, el lenguaje que se use y las emociones que surjan durante la conversación.
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Ofrecer ayuda
Recomendamos acompañar el feedback de un ofrecimiento de ayuda con el objetivo de que el interlocutor sienta que contará con tu apoyo para su desarrollo. y mejora.
Un buen feedback impacta de pleno en las relaciones humanas de cualquier ámbito, ya sea familiar o privado.
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Ejemplos de lo que no es feedback
Imagina que eres el entrenador de un equipo de fútbol y, uno de tus jugadores siempre se queda el balón y no suele pasarlo a los demás compañeros.
A la hora de darle un feedback, aunque esté, sea negativo, no puede convertirse en crítica.
A continuación te dejaré un ejemplo de lo que no debes de hacer:
Oye, Carlos, eres un “chupa-pelotas”, tienes que pasar el balón a los demás compañeros, te crees el protagonista del campo y, aquí jugamos todos.
Como entrenador, no puedes dar tu opinión y menos aún cuando es negativa, en estos casos lo mejor es usar el método sandwich que veremos en el siguiente punto.
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Aplicación del método sandwich
El método sándwich se trata de una técnica que te permite expresar una negativa o crítica sin que la otra persona las reciba mal.
Es muy normal ponerse a la defensiva cuando nos dicen algo que no nos agrada.
Por ello, este método te permite preparar el terreno para que la otra persona tenga una predisposición positiva.
Pero, para conseguir llevar este método a la práctica de la manera correcta, es necesario que sigas una secuencia precisa.
¿ Quieres conocerla? Pues, toma nota que comenzamos:
1. Debes formular un elogio sincero sobre la otra persona
Para comenzar con una buena retroalimentación, lo ideal es romper el hielo con un elogio agradable hacia la otra persona.
Debe ser un elogio verdadero y honesto y lo debes expresar de manera concisa y clara.
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2. La negativa o la crítica siempre debe ser comunicada
En el caso de tener que dar un feedback negativo, siempre deberás explicar y desarrollar toda la información que deseas transmitir.
De este modo, la otra persona sabrá que es lo que debe mejorar o donde se ha equivocado.
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Acabar con una propuesta positiva o un buen mensaje
Como puedes comprobar, siguiendo esta secuencia, la información sensible que quizás, sea desagradable para el otro, se queda en el medio de dos mensajes positivos.
De esta manera, podrás suavizar el tono negativo facilitando la predisposición del otro a escuchar y aceptar la información que le des.
Para que lo puedas entender mejor, te voy a mostrar varios ejemplos prácticos:
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El método sándwich a la hora de expresar un feedback negativo
Imagina por un momento que un amigo te pide que le acompañes a un concierto al que no tienes ganas de ir.
Además, el grupo musical que toca no te gusta.
El inconveniente, es que te da reparo negarte por temor a que tu amigo se lo tome mal.
En este caso, para facilitar la comunicación, puedes emplear la técnica del sandwich:
Empezaremos con un halago tipo: Gracias por invitarme al concierto, la verdad es que siempre que salimos juntos nos divertimos mucho y lo pasamos muy bien.
Sin embargo, hoy no me apetece y, además, sabes que ese grupo musical no me gusta, así, que no me apetece ir, lo siento.
Pero, estoy seguro que encontrarás a alguien que quiera acompañarte, ¿por qué no le preguntas a…?
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El método del sandwich a la hora de pedir un cambio de conducta a otra persona.
¿Nunca has discutido con tu pareja? Seguro que el tono que empleáis no es el más adecuado. ¿Cierto?
Pero, ¿cómo decirle a la otra persona que no te gusta el tono que utiliza cuando estáis discutiendo por algo?
Gracias a la técnica del sándwich podrás evitar crear nuevos conflictos a la hora de pedir un cambio de conducta en la otra persona.
¿Quieres saber cómo desarrollarla?
- Sabes que te quiero mucho y que eres muy importante para mí.
- Sin embargo, cada vez que discutimos me gritas y eso no me gusta nada, así qué, por favor te pido, que hablemos las cosas de una forma más respetuosa.
- Aunque en realidad, te agradezco enormemente que confíes en mí para decirte todo aquello que no te agrada, creo que el tono que usas conmigo no es bueno en una pareja.
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Recomendaciones a la hora de aplicar el método del sandwich
Algunos de los puntos fuertes que debes tener en cuenta para aplicar este método de forma correcta, son los siguientes:
- Ser honesto y sincero. Los elogios nunca deben ser por compromiso debido a que pueden parecer falsos.
Debes encontrar algo que en realidad sientas que la otra persona ha hecho bien para merecerlo. - Ser específico. Debes asegurarte de que el cumplido no sea poco claro o ambiguo, de lo contrario la persona receptora puede sentir que tu feedback no aplica para él.
- Ser directo. Intenta ir directo al grano, lo ideal es que después de ofrecer una afirmación positiva, brindes un feedback de forma directa y clara.
- Ofrecer críticas constructivas. El objetivo de una buena retroalimentación no consiste tan solo en decirle al otro lo que hace mal.
Una crítica constructiva conlleva que también le ofrezcas algunos consejos o ideas para que la otra persona pueda mejorar.
Lo ideal es que le digas sin rodeos qué es aquello que está haciendo mal y la manera de poder solucionarlo. - Ofrecer consejos claros. El objetivo de cualquier feedback o retroalimentación es proporcionar ayuda a la otra persona para que consiga tener éxito.
Para ello, debes evitar consejos vagos con las recomendaciones que debe seguir para mejorar.
Lo que en realidad debes hacer, es informarle sobre cuáles son los objetivos específicos que debe alcanzar. - Debe primar la brevedad. No te vayas por las ramas a la hora de dar tu retroalimentación, ya que está debe ser breve y directa.
En el método sándwich, las retroalimentaciones deben ser cortas para que el mensaje se entienda con facilidad. - Ofrecer comentarios en el momento oportuno. Las retroalimentaciones deben darse cuando aún son útiles.
Si por el contrario, esperas a estar insatisfecho por completo, es posible que ya sea demasiado tarde para arreglar la situación.
Por ello, debes abordar el problema tan rápido como aparezca. - Dar sugerencias específicas. Las sugerencias poco específicas o claras no podrán mejorar nunca el comportamiento de la otra persona.
El motivo, es que no sabrá qué es lo que está haciendo mal exactamente, ya que le falta información.
Las frases como “ necesitas mejorar” no valen de nada en absoluto, lo que deberías de hacer es hablar del asunto que necesita cambiar.
Como puedes ver, además de fácil, el método sandwich es una técnica muy eficaz cuando se pone en práctica.
En cualquier comunicación que tengas con los demás, es importante que recuerdes lo importante que son tantos sus derechos como los tuyos.
Y, recuerda que te puedes expresar libremente pero sin dañar ni herir a nadie.
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¿Para qué sirve dar feedback en el trabajo?
Existen muchos gerentes que no comparten la idea de ofrecer feedback.
Los motivos suelen ser:
- Pensar que el hecho de darlo no cambiará a los trabajadores.
- Miedo de causar un comportamiento negativo.
Pero lo cierto, es que los trabajadores siempre se encuentran en búsqueda de una mejora continua.
Los feedback positivos y negativos son de suma importancia.
El motivo es que felicita y reconoce el trabajo bien hecho, además de ayudar a corregir una actividad o comportamiento no deseado.
De esta manera, estarás ayudando a facilitar la comunicación entre la organización y los empleados.
En ambos casos. le estás diciendo al trabajador qué comportamientos y actividades debe seguir ejecutando y cuáles no.
Esto les ayudará y lo tomarán como una guía a seguir y poner en práctica.
Proporcionar un buen feedback no es fácil y lograr el éxito de este, necesita de grandes habilidades por tu parte.
El motivo es que se trata de una herramienta muy importante en el aprendizaje de los empleados, ya que les ayudará en su futuro.
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Beneficios del feedback en el trabajo
- Construir una buena comunicación entre el equipo del trabajo y la gerencia, ya que así los trabajadores se sienten valorados y sienten que la empresa se preocupa por su crecimiento personal y bienestar.
- Mejorar la productividad y el desempeño de tu equipo de trabajo.
Para ello, es importante que sepas implementar los feedback de manera adecuada para conseguir el resultado esperado. - Mejorar el clima organizacional y fortalecer el bienestar de los empleados al tratar los puntos de inconformidad y buscando una solución.
- Mejorar la energía de los colaboradores y su motivación al sentirse reconocidos por sus logros alineando sus objetivos con los de la empresa.
Si eres de esas personas que piensan que la retroalimentación no es una herramienta fundamental para tu empresa o negocio comienza por ponerla en práctica.
Estoy seguro que te sorprenderán los resultados y tomarás esta técnica como una rutina con tu equipo de trabajo.
Espero que hayas podido resolver todas tus dudas sobre la retroalimentación y hayas aprendido a darlas y recibirlas así como a saber darle la importancia que se merecen.
¿Qué opinas tú sobre el feedback?
Te dejo un vídeo titulado: ¿Qué es el FEEDBACK, para qué sirve y cómo aplicar la técnica del SANDWICH? de nuestro canal de Youtube, que dicho de paso puedes aprovechar para suscribirte al canal ¡Es gratis!
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Mi nombre es José María López Pérez, soy coach certificado y te acompaño para qué consigas todo lo que te propongas a través del coaching. ¿Hablámos?
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